sábado, 7 de julio de 2018

Mi momento


Supe que era mi momento cuando vi que ella entreabría ligeramente las piernas con descuido, desvelando en su braguita rosa un pequeño corro de humedad que yo supuse motivado por su repentina calentura tras la siesta. Pero mi incursión resultó del todo infructuosa y bochornosamente ridícula. Me rechazó de plano y tuve que emprender la retirada con el rabo entre las piernas (nunca mejor dicho).
¡Cómo iba yo a imaginar siquiera que su incontinencia urinaria le hiciera mojar su ropa interior en momentos de dulce inconsciencia! 



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