jueves, 10 de noviembre de 2016

Sueño americano

Una vez más, queda claro que aquello tan manido del “sueño americano” sigue siendo factible hoy en día, aunque solo para algunos privilegiados.
Un multimillonario puede cumplir su deseo de comprar un yate, o una joven modelo y casarse con ella, o pagar a un “negro” para que le escriba libros biográficos o de auto-ayuda. Puede también construir un edificio que lleve su nombre, adquirir un billete para un viaje espacial o, incluso, llegar a ser presidente de una nación. Una nación desquiciada que venera al estúpido y condena al pobre o al diferente, porque este último deseo solo puede alcanzarlo con la complicidad de millones de inconscientes aduladores que depositen su papeleta en una urna.




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