miércoles, 19 de marzo de 2014

Yo no soy el que creéis

Yo no soy el que creéis.
Yo no soy lo que parece.
Yo no soy lo que tú quieres
ni lo que me gustaría ser.

No soy tampoco lo que tengo,
porque tan poco es
lo que anhelo o espero,
lo que poseo o pretendo.

Yo no tengo coche grande
ni casa de veraneo,
ni amigos de cenar el sábado,
ni perrito con chubasquero.

No tengo carné de socio
del club de fútbol o de golf,
ni gimnasio, ni entrenador,
ni espíritu competidor. 

Por no tener, no tengo siquiera
ganas de pertenecer a un grupo,
que me imponga los criterios
por los que debo regirme (prefiero ser libre).

Yo no soy ni seré nunca el que creéis,
pues, para empezar, ni yo mismo creo,
ni en dioses, ni en brujas, ni en fantasmas,
ni en la trascendencia tras la muerte.

Solo creo que moriré, de eso estoy seguro,
y que mis huesos arderán con mi pellejo,
y desapareceré para siempre sin dejar rastro,
tan solo unas pocas letras y canciones
que nunca llegarán a ser cantadas o leídas
por nadie que no sea yo
(o quizá tú que lees esto).

Quizá solo unas pocas personas
que no creen saber quién soy,
ni buscan en mí su salvación, sino el amor,
sabrán de mi lucha por ser yo mismo,
y entenderán por qué yo digo
que no soy el que creéis,
que no soy lo que parece,
acaso solo un excéntrico y ridículo ser
que no sabe bien ni lo que quiere.

Yo no soy el que creéis
¡ni puñetera falta que hace!


No hay comentarios:

Publicar un comentario